Después del terremoto de 7.1 grados que sacudió el centro de México el pasado 19 de septiembre, miles de ciudadanos salieron a las calles ha realizar labores de rescate. Grandes gestos de solidaridad se han mostrado tras el sismo.
Y entre ellas, destacan las miles de motocicletas que circulan en las calles llevando ayuda inmediata a las zonas afectadas o auxiliando en los centros de acopio que han sido instalados en la Ciudad de México.
En ese sentido, los especialistas apuntan que en la Ciudad de México las unidades médicas móviles tardan aproximadamente 45 minutos en llegar y el 75 por ciento de las veces no llegan, principalmente debido al tráfico vial.
Por ello, durante los trabajos de rescate tras el terremoto la motocicleta se ha convertido en una gran alternativa para llegar de manera inmediata a las zonas afectadas. La moto ha permitido el eficiente, eficaz y oportuno traslado de paramédicos, víveres o herramientas.
Es una realidad que el tráfico complica el acceso de las unidades médicas, por ello las autoridades han solicitado a la ciudadanía que se abstenga de utilizar el automóvil, con la finalidad de agilizar la movilidad de ayuda médica y del rescate mismo.
Varios grupos de motociclistas o incluso solitarios moteros reparten ayuda a socorristas y damnificados, incluso dando aventones, gracias a la destreza para recorrer las inaccesibles calles capitalinas y llegar a las zonas más afectadas por el sismo del pasado martes.
Los motociclistas, todos voluntarios y aficionados a los vehículos de dos ruedas, famosos por el compañerismo, el amor por la libertad y la naturaleza, se han convertido en claves como medio de transporte alternativo.
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